Lo que los productores de petróleo deben aprender de la industria del whisky bourbon

"Consiguen unos beneficios estables manteniendo los precios". Un artículo de The New York Times compara la industria del petróleo con la de los destiladores del whisky bourbon y afirma que la caída de precios del crudo tiene su base en las decisiones tomadas hace diez años
Wednesday, 19 November 2014

Los precios del petróleo han bajado un 30 por ciento desde junio y los prónosticos no auguran un cambio. Según los expertos, estos valores determinarán la economía mundial en 2015 pero, ¿por qué está pasando ésto?. El corresponsal de economía Neil Irwin, en un artículo publicado en el New York Times responde a esta pregunta y asegura que los productores de petróleo tienen mucho que aprender de los destiladores del whisky bourbon de gran calidad

Lo que el petróleo y el bourbon tienen en común son las grandes inversiones iniciales que requiere su industria y los períodos prolongados que transcurren hasta obtener el producto final. El bourbon se mantiene en barriles durante años, incluso llegando a los 20, mientras que para extraer el petróleo se necesitan años de exploraciones, construcciones y complejas y caras ingenierías. Es decir, la oferta de ambas industrias depende de lo que se invierte en el pasado. A pesar de estas similitudes, la rentabilidad de los productores de petróleo se está desplomando, todo lo contrario a lo que está ocurriendo con el bourbon.

Según explica Irwinlas actuales caídas de precio del petróleo tienen su base en las decisiones tomadas hace diez años. Tras años de petróleo barato y bajos márgenes (1990-2001), los productores decidieron dejar de invertir en la extracción de 'oro negro'. Esta falta de inversión de años chocó con el comienzo de un ciclo económico muy expansivo (2001-2008) en gran parte de Asia, algunas zonas de Europa, EEUU y América Latina. La inversión global en la nueva producción fue alrededor de los 200 mil millones de dólares en 2004, según estimaciones de la firma de investigación energética, IHS Herold.

Pero a principios de este siglo, "el crecimiento económico de las naciones emergentes fue más fuerte que lo que habían predecido los productores de petróleo y la demanda de energía se disparó". Para el 2008, el precio del petróleo superó los 140 dólares el barril y la inversión se acercó a los 500 mil millones dólares.

Ahora, escribe Irwin, "el mundo se encuentra viviendo bajo las circunstancias opuestas". Con la revolución del 'fracking', Estados Unidos ha pasado de producir cinco millones de barriles de petróleo al día en 2008 a 7,5 millones de dólares en 2013, y sigue en aumento. Mientras tanto, la economía asiática ralentiza su crecimiento y Europa se encuentra estancada en su recuperación. Para el corresponsal "estos ciclos en el precio del petróleo son drásticos y no sólo hace daño al bolsillo del consumidor, también los productores se ven afectados por la escasa estabilidad de sus beneficios".

Lo que nos lleva al mercado del bourbon

Contrariamente, afirma el corresponsal, "los productores de este tipo de whisky han sabido cuidar a sus clientes y a los distribuidores": "Hemos sido reacios a subir nuestros precios por encima de la inflación, a pesar de la fuerte demanda. Nuestro negocio piensa en el largo plazo, no en los grande beneficios temporales", explica Mark Brown, director ejecutivo de Buffalo Trace, una de las marcas más importantes de bourbon.

Brown asegura que muchos de los consumidores de vodka probaron el bourbon a un precio económico y ahora son una nueva generación leal al whisky de gran calidad. Ante la escasez por la gran demanda de esta bebida alcóholica, el bourbon llegó a alcanzar precios de cuatro cifras en el mercado negro. Sin embargo, los productores prefirieron mantener los precios y conquistar mayor cuota de mercado.

Los destiladores de bourbon piensan a largo plazo y cuidan la inversión, mantienen los precios y ofrecen un gran producto. El resultado son unos befeicios estables en su negocio. Una receta que puede ser la adecuada para que la industria del petróleo deje de ser volátil, concluye Neil Irwin en su artículo.