Si alguna región está en condiciones de replicar el espectacular éxito de las formaciones de shale de EEUU, es Argentina y el yacimiento de Vaca Muerta. Todos los informes coinciden en que la existencia de recursos y las posibilidades de desarrollar exitosamente el área, convierten a Vaca Muerta en una joya de atracción global para las petroleras.
La provincia de Neuquén, donde se encuentran las mayores reservas de petróleo y gas de la Argentina, ya vive un auge económico como consecuencia del desarrollo de las inversiones. Tasas de desempleo ínfimas, movimiento migratorio y el arribo de nuevos emprendimientos son la evidencia de que algo grande está ocurriendo en la región.
Vaca Muerta concentra el 50% de todos los recursos disponibles en Latinoamérica, ocupa una extensión más grande que Eagle Ford y Bakken, las más importantes de EEUU, se encuentra geográficamente en un área que, según la consultora Accenture, podría desarrollar con rapidez y a costos bajos la producción de petróleo y gas de esquisto.
Si bien, el precio de equilibrio ronda los u$s50 por barril, según IHS, aún hay empresas que necesitarían de un precio de u$s200 para hacer rentables sus inversiones. Sobre finales de 2014, las petroleras argentinas estimaban que un barril a u$S80 permitía garantizar la viabilidad del proyecto.
El éxito de Vaca Muerta estaría garantizado si el precio del barril se recuperara, pero Argentina debe mirar el modelo de EEUU, donde a pesar de la baja de los precios, las formaciones de Bakken o Eagle Ford aumentaron su producción y han logrado optimizar costos para obtener rentabilidad.
Vaca Muerta necesita mejoras de infraestructura, tales como rutas asfaltadas. Hoy, unos 3000 camiones circulan a diario, trasladando el petróleo, la arena para el fracking y los insumos y equipos necesarios.
Aún no existe personal suficiente y con la formación especializada que se necesita para el desarrollo del shale y sus actividades vinculadas. Si bien a fines de 2014, 107 equipos estaban perforando, se requiere de mucho más y de mejor tecnología.
La consultora Accenture ha estimado que Vaca Muerta requiere de inversiones por u$s368.000 millones hasta el 2035 para obtener el desarrollo del potencial de la formación. Sin embargo, ciertas actitudes del gobierno argentino, como fue la confiscación de YPF a Repsol, una parte de la deuda pública en default y un tratamiento bastante discrecional para con los inversores externos, así como una marcada diferencia con la administración de Barack Obama, no son muestras que alienten las inversiones de las empresas que mejor desarrollan la producción de shale.