El "Señor Burns" descubre que en Springfield se puede obtener "gas de esquisto" y para continuar con su negocio energético (es dueño de la central nuclear), decide promover la explotación del área con técnicas de fracking.
Homero Simpson comienza a impulsar la idea, porque considera que este desarrollo favorecerá a todo Springfield, pero en su particular casa, su esposa y su hija se oponen a la técnica de producción, porque al abrir la llave de agua en su cocina, en lugar de agua brota fuego.
El jefe de familia ofrece una recompensa de 5000 dólares a los que firmen y voten por el desarrollo de los pozos de gas, pero la única que se niega a firmar la autorización es Marge Simpson.
El plan del Sr Burns avanza, pero Springfield empieza a subrir terremotos que destruyen algunos edificios del lugar.
Finalmente, Homero decide parar el taladro que fractura la roca para obtener gas, y todos los posibles empleos y el crecimineto de la zona quedan en la nada.
En el tradicional estilo crítico y humorístico, el capítulo 5 de la temporada 26 de The Simpsons aborda la polémica del fracking con un claro mensaje en contra de la técnica que ha permitido a EEUU a convertirse en un productor importante de petróleo y gas.
Si bien es una comedia, está claro que el mensaje es contrario a la manera de extraer crudo y gas mediante fracturación hidráulica y presenta todos los tópicos sobre la técnica que suelen exponer los críticos, aunque cinetíficamente se ha demostrado que no hay relación con los terremotos registrados en algunas áreas.